Dong Sheng

El Dōng Shèng (chino tradicional: 東聖) es la práctica principal del Dōng Shèng Méi (chino tradicional: 東聖玫), que significa Sagrada Rosa de Oriente, una antiquísima tradición espiritual china, ciertamente pretaoísta, que se remonta, según el mito, al tercer milenio antes de Cristo, a la época del legendario soberano Fuxi (chino tradicional: 伏羲), el primero de los Tres Augustos.

Etimología

El término Dōng Shèng se compone de Dōng 東, que significa «oriente» y Shèng 聖, que significa «sagrado», de ahí Sagrado Oriente. Por oriente se quiere referirse al lugar por donde sale el sol, que es el padre de la vida. Por tanto, al lugar de origen de la vida misma. Con el término sagrado, por otra parte, se quiere aludir a la naturaleza de este principio, inalterada e inalterable, pura y perfecta desde el origen. El Sol Sagrado es, pues, nuestra Esencia, nuestra verdadera naturaleza, que ya es la Iluminación.

Significado

El Dōng Shèng es nuestro sol, nuestra Esencia, fuente primigenia, inalterada e inalterable, más allá del espacio y del tiempo, que debemos redescubrir. Así que la práctica del Dōng Shèng es la práctica de la Esencia, la vía de la autoliberación, en la que se intenta «hacer experiencia» de un estado más allá de la mente.

La práctica

El Dōng Shèng se funda en la conciencia de que nuestra verdadera naturaleza es ‘pura’ y ‘perfecta’ desde el origen. ‘Pura’ se refiere aquí a una pureza primordial, en el sentido de pureza original y no a una condición adquirida purificando lo impuro a través de una práctica. Tal conciencia es «entrenada» cotidianamente gracias a la presencia ordinaria, una actitud de «no distracción» basada en la observación y el reconocimiento de los propios pensamientos y emociones, con el fin de no aferrarse a ellos, renunciando progresivamente al «pensador«. Cuando las «nubes» de las apariencias sensoriales, emocionales y conceptuales se disuelven, nuestra verdadera naturaleza se revela espontáneamente, por medio de su clara luz (Liàng 亮), como un sol resplandeciente en un cielo despejado.

Requisitos para practicar

En el Dōng Shèng no se requieren particulares requisitos para practicar. No hay reglas ni obligaciones. Para ser practicante de Dōng Shèng no es necesario creer en algo o estar de acuerdo en algo. El Dōng Shèng no es una doctrina, ni una religión, sino una experiencia. El único presupuesto imprescindible es la libertad, entendida no como libertad «de» algo, sino como libertad «para» algo. En la milenaria tradición del Dōng Shèng ese ‘algo’ coincide con el morar en la propia Esencia.

Wú Xiān Shēng – Maestro Terapeuta del Dōng Shèng Méi